ÁGORA TEATRAL
  ZOOT SUIT
 




Luís Valdez dirige Zoot Suit
Teatro Juan Ruíz de Alarcon, Mayo de 2010

Te da más presencia, más dignidad, te da más estilo


Texto y fotos: Salvador Perches Galván
 
En 1965, siendo miembro de la Unión de Trabajadores de Granja de Cesar Chávez, Luís Valdez fundó el Teatro Campesino, o el teatro de los trabajadores de granja, compañía en la que se dedico a ser director artístico y dramaturgo.
Con el tiempo, Valdez difundió con sus puestas en escena temas como la guerra de Vietnam en Raíz oscura de un grito (1967), o referentes históricos de Chicanos en Bernabé (1970)..
Escribe Bandido en 1982, que él llama “un antimelodrama,” sobre un bandido mexicano de nombre Tiburcio Vásquez, primer hombre ejecutado públicamente por la ley en San José, California.
Además de sus actividades como dramaturgo y director, Luís Valdez ha dirigido películas como: Zoot Suit” (1981), adaptación de su propia obra de teatro homónima y La Bamba (1987), biografía del cantante mexicano-americano del rock-and-roll, Richie Valens, que murió en un accidente de avión en 1969.
Como ya se mencionó, primero fue obra de teatro que se representó con éxito desde 1978 en su estreno en Los Ángeles para posteriormente mudarse a Broadway, hasta que en 1981 fue llevada a la pantalla grande dando como resultado un extraño musical, aunque, de hecho, todos los musicales de los años 80 fueron extraños, dando muestras de la mala salud por la que atravesaba el género.
Zoot Suit es uno de aquellos extraños musicales de los 80. En el sentido mas exigente, se podría calificar a la película como mediana, en los términos mas ortodoxo: malas voces, coreografías poco inspiradas, sin embargo tenía la peculiaridad de lo novedoso, ofrecía, en principio la muy honesta característica de ser, en absoluto, teatro filmado, (incluso con planos generales de los espectadores en la sala), pero, lo mas relevante, su temática absolutamente novedosa en el género.
El mayor mérito del film es constituirse como un documento de aquel montaje original para escenarios teatrales que resultó ser Zoot Suit y de la larga y fructífera labor que Valdez desarrolló a lo largo de los años con su Teatro Campesino, una compañía que representaba obras con braceros mexicanos y que con los años adquirió profesionalización y trascendencia internacional.
Casi treinta años tuvieron que pasar para poder ver Zoot Suit en su formato original teatral en nuestro país, que sube al escenario de remozado teatro Juan Ruiz de Alarcón, gracias a los esfuerzos de la Compañía Nacional de Teatro y de la Dirección de Teatro de la UNAM, en un vigoroso montaje dirigido por su autor, Luís Valdez, ocasión propicia para platicar con el creador escénico. Esta es la conversación.
 
Salvador Perches Galván.- ¿Zoot Suit surge a partir de su trabajo al frente de su compañía, Teatro campesino?
Luís Valdez.- Muchos de los estilos de Zoot Suit si están basados en el trabajo con el teatro campesino, es decir, a nosotros nos gusta trabajar en escenario vacío, no utilizamos muchos muebles ni paredes, realmente nos basamos mucho en el trabajo corporal del actor, en lo simbólico. Utilizamos mucha música, ahora en el teatro en su mayoría se utilizan conjuntos, guitarrita, guitarron y otros instrumentos, acordeón de vez en cuando. En el caso de Zoot Suit fue necesario tener orquesta, por eso la música es grabada realmente, porque nos da la oportunidad de tener más calidad y también de integrar la música de un modo mas completo a la acción dramática que está pasando en la escena. Pero toda esa coordinación de movimientos y música se da mucho en el trabajo del teatro campesino.
Por otra parte también se puede decir que el personaje del pachuco, del vato loco, lo desarrollamos en el trabajo del teatro campesino, porque estábamos reflejando la realidad de nuestro pueblo en los barrios.
S. P. G.- Lo que menciona del trabajo corporal nada lo puede ejemplificar mejor que el pachuco de Zoot Suit, trabajo que requiere, sin duda, de un gran adiestramiento para poder lograrlo.
L. V.- Realmente la historia del pachuco se basa, yo creo, en un modo de ser y ese modo de ser incluía un modo de pararse, de cómo andar, así es que el ritmo de la música se convierte en un modo de andar en la calle o de estar en la esquina, verdad, y entonces, en ese sentido, traslade el estilo del pachuco a mi obra, el mero, mero pachuco, el narrador de todo, el maestro de ceremonias, pero también los otros personajes y en mi trabajo con los actores de la Compañía Nacional de Teatro fue necesario darles taller del modo de andar, del estilo del pachuco del modo chicano…
… hasta de portar el “tachuche”, es decir, el zoot suit…
L. V.- Sabes que cuando te pones un traje, uno de esos zoot suits, un “tacuche”, como, en efecto, ellos le decían te cambia la personalidad realmente. Cual sea la persona, sea hombre o mujer, no le hace, es que la ropa propia tiene un espíritu muy importante, es un traje propio, pero un traje con ciertas líneas que creo que hace que todos los cuerpos se vean mejor, es que te da mas presencia, mas dignidad, te da mas estilo y por eso, yo creo, fue tan popular el zoot suit, porque todos se sentían bien padres utilizando ese “tacuche”.
S. P. G.- Zoot Suit surge como obra, despierta gran resonancia en algunos estados de los Estados Unidos hasta llegar a Broadway y de ahí da el brinco a Hollywood y usted siempre llevo de la mano a su creación, nos podría platicar un poquito este proceso, y como a casi 30 años de la película la obra lamentablemente, tiene una vigencia que parece que la hubiese escrito hace un mes.
L. V.- La obra se refiere a una situación que sigue aún corriente en los Estados Unidos que es el racismo realmente y la batalla que hemos tenido a través de generaciones ya, de establecer nuestro lugar, nuestra posición, nuestra dignidad en los Estados Unidos.
Hasta eso, yo creo que el hecho de vestirse en zoot suit de los jóvenes pachucos en los 40, como un hecho de tratar de dignificarse, a la vez de decir que somos gente de la ciudad, nos estamos vistiendo ahora con estilo, nos deben de respetar, pero no fue el caso realmente, el resultado fue completamente lo opuesto, hubieron gente que odiaron al pachuco y le temían mucho, lo veían como algo peligroso, como un criminal, por eso entonces trataron de romperles los zoot suits a los pachucos en las calles de los Ángeles en 1943. Pero yo creo que todo ese fenómeno del zoot suit tiene que ver con toda la evolución de los Estados Unidos porque no solo fue un fenómeno entre los chicanos, fue un fenómeno entre los jóvenes afroamericanos, los judíos, los irlandeses, representaba realmente una fusión de culturas, ya era otra condición la que se estaba dando en los Estados Unidos por la presencia de tantas razas y tantas minorías en las ciudades ya había otra cosa que se estaba formando: otra conciencia, otra representación de lo que era Estados Unidos, por eso yo creo que el zoot suit era un anuncio de todo lo que venía, del futuro.
Carlos Monsivais al describir a Tin Tan dijo que Tin Tan fue el primer mexicano del siglo XXI en ese sentido, porque el zoot suit y toda esa apariencia del pachuco realmente se refiere al futuro, que todavía está por llegar, es decir, que todas esas razas del mundo se van a juntar y van a mezclar, intercambiar ideas, estilos y lo que surgirá, tal vez, al final  va a ser algo muy parecido al zoot suit, al estilo de los pachuchos, que es una fusión de música, de estilos, de hablar, verdad, el caló se compone de muchas palabras de diferentes idiomas y en el caso del chicano usa el spanglish, palabras que empezaron en ingles o en español y se convierten en otro lenguaje, es una invención nueva, una creación, así es que por eso se puede decir que el zoot suit y el caso de Sleepy Lagoon, que yo trato en la obra refleja el racismo del tiempo, y ese racismo todavía es corriente. También vigente a la vez, paralelamente esta la promesa de que vamos a llegar a otro tiempo, mas justo y va a aceptar mas las diferencias culturales entre pueblos.
S. P. G.- El espectáculo surge a partir del caso real de Sleepy Lagoon, ¿Cómo se va desarrollando hasta llegar a Zoot Suit?
L. V.- En 1968 a mi me dieron un folleto que había sido redactado por un escritor-guionista en Hollywood Guy Endore en 1944, el lo escribió en apoyo al caso de los muchachos de Sleepy Lagoon, ya estaban en prisión y se preparó este folleto, este panfleto, se puede decir, para venderlo a gente que apoyaba el caso, para reunir fondos, pero como era escritor de Hollywood tenía un estilo muy dramático, sabia como escribir las cosas, contar una historia y además el panfleto llevaba fotos de los muchachos y cuando yo lo ví en el 68 lo encontré como un tesoro, lo abrí y comencé a leer el caso, ya sabía de él a través de los libros, pero nunca había tenido una evidencia, un testimonio una cosa actual que estuviera relacionada con el caso y aquí estaban los retratos de los muchachos de Henry Leyva y todos los pachuchos de la 38, Alice Greenfeld McGrath estaba allí también y George y pues me interesó muchísimo. Pensé inmediatamente que esto sería maravilloso material para una obra completa de larga duración, en el teatro, de tres, cuatro actos, pero la cosa es que era 1968, estábamos en medio de la guerra en Vietnam, todavía estábamos peleando la causa de los campesinos, era imposible reservar el tiempo para sentarme a escribir una obra larga, sabía que iba a tomar su tiempo así que puse este panfleto a un lado, lo reserve, lo guardé y dije “algún día voy a regresar a esto”.
No sabía entonces que iba a durar casi 10 años, nueve años, después cuando me llamaron a Los Ángeles a una junta con el Music Center, la compañía de teatro Mark Taper Forum, se llamaba, ellos estaban a punto de comenzar una nueva serie de obras tocante a la historia de Los Ángeles, mi compañía ya se había presentado en este teatro, así es que conocían mi trabajo y por eso me invitaron a escribir una obra y acepté la oferta. El director artístico del grupo Gordon Davidson y yo nos sentamos a conversar e inmediatamente comenzamos a hablar de los pachuchos, yo pensé en el folleto y le dije del panfleto, y el luego, luego dijo: “sigue esta línea y a ver que desarrollas”, y ahí empecé a pensar ¿Cómo lo voy a llamar? salió la palabra Zoot Suit y de ahí entonces comenzamos a crear la obra.
Ese es el caso, está basado en un hecho verídico y de otro escritor, de Hollywood.
S. P. G.- Se parte de un hecho real, pero usted va entretejiendo ciertos aderezos, por decirlo de alguna manera de cosas ficticias,
L. V.- Bueno si, porque hay ficción y hay datos verídicos, el caso fue real, pero como se presenta la historia, a veces, si lo hace uno con mucho detalle puede ser fascinante, no lo niego, pero también puede ser aburrido conciente de que hay mucho detalle. ¿cómo es que llega uno a un pueblo, a una gran audiencia de alguna manera y mantiene la concentración que necesita para entender el caso? Yo por mi parte, como dramaturgo siempre he sido político, desde mis comienzos y soy dramaturgo político y me interesa que la gente se eduque, a la vez que se entretiene, en ese sentido soy brethctiano, ese es el término que se usa, basado en el trabajo de Bertolt Brecht, dramaturgo alemán del siglo XX que influyo mucho en mi trabajo, yo lo estudie, no lo conocí, pero me gustó mucho su trabajo, como chicano pensé “que buen sabor este dramaturgo”, pero mas que todo me gustó su modo de montar obras en el teatro sin perder la idea de que estamos en el teatro, no entro en la ilusión de verdad de la realidad, no trataba de engañar al publico de que están viendo una cosa real, al contrario, admitía casi en cada escena que estaban haciendo teatro, así que es el estilo que yo seguí para Zoot Suit, se me hizo muy importante mantener el espíritu, no solo de la cultura, sino del caso político y de poder compartir eso con el publico de una manera que incluso entretenía, a la vez que también los educaba y mi intento era de educar, no solo a la gente que no sabia del caso, los anglosajones se puede decir, de la injusticia de este caso. También a gente del teatro que ya se les había olvidado quienes fueron los pachuco, o tal vez nunca entendieron quienes fueron los pachucos y por esta razón se hizo entonces de este estilo.
S. P. G.- Ahora que menciona esto, en efecto salta, por ejemplo La ópera de los 3 centavos, que es un divertimiento pero muy reflexivo y usted se adelanta, porque la comedia musical hecha en Broadway o West End se anquilosa y se vuelve un espectáculo evasivo, meramente divertido y complaciente sin ninguna otra intención a excepción, probablemente, de Amor sin barreras, en donde se enfrentan pandillas de jóvenes en Nueva Cork, usted se adelanta con Zoot Suit y mas de una década después surgen obras como Hermanos de sangre, de Willy Russell o Rent de Jonathan Larson, en donde se vuelve la vista a problemas cotidianos como violencia, crisis económicas, desempleo o situaciones similares.
S. P. G.- Después de que Zoot Suit recorre escenarios de Los Ángeles o Broadway, ¿cómo llega a Hollywood la película que, en efecto, tiene mucho de teatral y mucho de brechtiano?
L. V.- Tenía muchas ideas, yo comencé a convertir Zoot Suit en una película, me habían ofrecido medio millón de dólares por los derechos, realmente mucho dinero para un hijo de campesinos, fíjate estando en Nueva York, pero lo que los productores querían era comprarme los derechos de la obra, el nombre de la obra y yo les dije ¿quién la va a escribir, quien la va a dirigir? Bueno, dijeron, vamos a tener otras gentes que lo hagan, ¿y yo, por qué no yo?, yo puedo también escribir un guión para una película, me dijeron, no, realmente no queremos que te metas. Te vamos a dar una chance, una versión, tu puedes hacer el primer tratamiento, pero mas adelante entran otros, y les dije ¿y la dirección? Dijeron, no la dirección no porque tu no eres director de cine, Les dije saben que, mejor no, mejor no les doy los derechos, no se los vendo, mejor yo me los reservo, yo quiero hacer lo que yo quiero hacer con mi obra. Así es que no los vendí y me fui a otros a productores y a otros estudios en Hollywood a ver si ellos compraban mi concepto.
Escribí un tratamiento, se dice en Hollywood, que no es un guión, es un tratamiento de 3, 4, 5 páginas, hasta 20, verdad, pero con eso vende uno una idea, va y habla con los directores, con los productores, ellos leen y se dan cuenta de que se trata. Bueno, yo tenía un concepto muy imaginativo y yo veía al Pachuco arriba de los rascacielos en Los Ángeles de aquel tiempo, casi como Batman, antes de que se hiciera Batman en estos tiempos, era como una figura mágica que podía volar por el viento y todo, y llegaba y aparecía y me dijeron: no, sabes tu te has imaginado una película de 20 millones de dólares y no te podemos dar tanto dinero. Me rechazaron por todos lados, el presidente de los estudios Universal había visto la obra en Los Ángeles y el me invitó a una junta con el, en su oficina y me dijo: ¿qué quieres hacer? Yo le dije pues quiero hacer una película. El me dijo, no, los 20 millones son mucho, pero te voy a dar una oportunidad de que me hagas otro tratamiento, mas apegado a lo que pusiste en escena en el teatro. Eso sería mucho más fácil, le dije y finalmente empecé a trabajar este concepto. No me dio tanto dinero 1.2 millones de dólares nada más, un millón y poquito, como eran los Estudios Universal no era mucho, ya solían gastar como 20, 30, 40 millones en el 80, 81 para cada película, o sea que era muy poquito lo que me estaban dando, además me dieron 13 días para filmar Zoot Suit con un presupuesto de un millón de dólares, ahora, lo que si me dio fue la libertad de creación, dijo: no me voy a meter, tu has lo que tienes que hacer, pero tienes que meterlo en este tiempo y con estos fondos.
Así es que formamos la compañía de producción, que fue casi compañía independiente y de alguna manera se hizo, se hizo con plena libertad, es el caso mas importante, pude utilizar a la gente que yo tenía en la obra, mi hermano, Daniel Valdez, Edy Olmos se hizo estrella a base de su aparición en esta película y otros también. Si ves las caras de los actores en Zoot Suit, la película, vas a ver las caras de los que realmente han destacado como latinos en el cine en Hollywood en estos últimos 30 años, Lupe Ontiveros y varios otros.
Y la cosa es que logramos filmar una película que no es ni teatro, ni cine, es una combinación de los dos, yo creo que eso le da mucha frescura, a veces las limitantes son un avance, una oportunidad, una ventaja para llegar a otro punto de creación muy importante. Por eso, yo creo, también se mantiene la frescura de la obra, porque no está bloqueada, ni en cemento, ¿me entiendes?, no esta apegada a ningún periodo, si me hubieran dado 20 millones yo creo que ya parecería repugnante la película tal vez, pero como no se me dio, entonces se me dio la libertad de crear lo necesario. Seguramente un pachuco volando por los rascacielos de Los Ángeles ya se vería ahora anticuado después de toda la evolución tecnológica.
S. P. G.- La película se vuelve un suceso y es un éxito de público y de taquilla, yo creo que en el mundo entero.
L. V.- Si, ganó premios, estuvo en Londres, estuvo en Rusia, en Rusia, tres cineastas chicanos que fueron al festival de Moscú, Moscova me trajeron el premio internacional que se ganó porque yo no pude estar, un tambor ruso, me lo trajeron a través de las nevadas que se dan por allá. Uno acaba de fallecer, se lo di antes de morir, pero la cosa es que nos estábamos riendo del viaje que hicieron estos tres chicanos al en Rusia y se trajeron este premio que ganó Zoot Suit.
S. P. G.- En pleno auge de boom de Zoot Suit, un poco después de su estreno en cine hubo un intento por traer la obra a México, ¿Qué fue lo que pasó?
L. V.- Si, fue antes del 85 por supuesto. Andábamos con ese deseo de venir a México y lanzar la versión en español, la versión mexicana, porque creía que tan vez iba a tener alcance aquí en el D. F. y realmente en toda la república y que bien que Julissa quiso experimentar con esa posibilidad de hablar, de discutir, me mando los modos para venir, vine con mi esposa y nos juntamos con ella, tuvimos varias discusiones, me gustó mucho su entusiasmo, su interés. Vi el teatro nuevo que tenía, donde estaban montando Vaselina, la versión mexicana de Grease, y otras obras, José y su abrigo multicolor (José el soñador), me gustaron mucho todas las presentaciones, yo creo que lo que paso… son diferentes cosas, una fue el terremoto del 85 que destruyó su teatro, por otro lado también personalmente hubieron otras cosas, yo me metí en La bamba, comencé a dedicarme a escribir y finalmente a dirigir mi siguiente película largometraje, La bamba y eso me ocupo dos años y una cosa después de otra y lo que pasa es que las cosas se desvían. Sin embargo la intención, de verdad, fue muy importante, porque yo creo que fue como una semilla que se sembró y que vino a brotar en esto que es el montaje que hicimos con la Compañía Nacional de Teatro y de algún modo u otro se hizo. Hubo otras gentes aquí en México, María Rojo también estaba interesada en los 90 en tratar de ayudar a que se montara Zoot Suit en México. Todos estos esfuerzos son muy importantes, yo los considero como parte del mismo esfuerzo y continuación del proceso y por eso estoy muy agradecido por el interés que tuvieron varias gentes aquí en México
S. P. G.- Después de esta larga espera para subir a escenarios mexicanos, ¿Cómo se ha sentido con esta producción mexicana, avalada por dos de las principales instituciones en material cultural en nuestro país, como son CONACULTA y la UNAM?
L. V.- Me siento honrado y privilegiado de tener este apoyo oficial, para mi es netamente importante que ese apoyo sea muy oficial porque soy chicano, emocionalmente he sido un huérfano, toda mi vida he estado en los Estados Unidos, rechazado por el país en donde yo nací, tenía mi cultura mexicana, tenía mi cariño hacia la bandera mexicana, pero siempre he sabido que no soy mexicano, no soy anglo, soy mexicano, mexicano en cultura, mexicano en sangre, en herencia, pero realmente, políticamente no, soy cualquier extranjero aquí, cualquier extranjero.
Ahora de estar aquí como un invitado oficial y apoyado por órganos importantes del Gobierno Mexicano, para mi es llegar a mi punto de origen y poder lanzar mi obra aquí en México, en español se me hace que le pertenece mucho, le pertenece tanto al teatro mexicano como al teatro norteamericano, es la misma cosa y por ese lado es como un puente a través de esa frontera fastidiosa, línea en el desierto que realmente no significa nada, es una separación de dos pueblos que realmente están apegados por la geografía, es lo mas natural, yo creo que los Estados Unidos no tienen mejor amigo en América que México, sin embargo no se reconoce. Y por ese lado poder venir yo como artista a trabajar aquí a México con mis colegas, mis hermanos mexicanos es un gran privilegio y yo creo que la calidad que se pudo llegar con la Compañía Nacional, porque es una compañía completamente profesional, aquí se entrenan y trabajan todo el año, es un privilegio en el teatro, una cosa muy rara, eso se lo dije al maestro Luis de Tavira, que lo que el tiene aquí, esta operación que tiene aquí es muy rara y muy única en el mundo. Yo he estado por todo el mundo, conozco el teatro mundial y no todos los países le ofrecen esta oportunidad a sus actores, sin embargo es muy importante que una nación tenga un teatro nacional, yo creo que la cultura y la grandeza inglesa, por ejemplo en toda la tradición que lanzó Shakespeare con la reina Elizabeth en aquel tiempo y sigue con una mayor influencia por todo el mundo, lo mismo también los japoneses con su teatro kabuki y su teatro noh, aunque pues ya es una cosa anticuada, se puede decir, un tesoro de su pasado, sin embargo ellos todavía captan la historia de ese pueblo y es una semilla del orgullo que ellos tienen y mantienen de ellos mismos.
Así, una compañía que realmente se dedica al espíritu de una nación, es esencial en el proceso político y por esa razón aplaudo este esfuerzo, y además, sobre todo me siento muy complacido por el hecho de que me han abrazado, me han aceptado y me han ayudado y permitido la oportunidad de montar mi obra aquí en México.
S. P. G.- ¿Cómo se siente que la obra se esté presentando en terrenos universitarios?
L. V.- Para mi la UNAM, es una de las grandes instituciones, una vez mas, mundiales, recuerdo mi primer recorrido por ese campo universitario en 1963, cuando no conocía a nadie, llegué y ahí anduve todo el día viendo caras que se me hacían muy familiares, porque yo también había estado en la universidad, pero no conocía a nadie en la UNAM, sin embargo me sentí en casa y ahora, después de estar ahí, ahí está mi obra, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón que está remodelado y se me dio la oportunidad, el privilegio de montar mi obra, por primera vez en el nuevo teatro, es un elogio para mi, un gran regocijo poder hacerlo, por eso le doy las gracias a todos en la UNAM, el compañero Enrique Singer, director de teatro UNAM y todos los demás realmente, los directores que han permitido esto, yo creo que, ojala, que mano a mano, así la UNAM y los chicanos que están por venir, también se sientan que estamos trabajando en la misma realidad, la misma enseñanza, combatiendo la ignorancia que nos separa, finalmente es un trabajo de una bella universidad que tiene categoría mundial.
S. P. G.- Yo creo que la adaptación, lo creo, y probablemente sea una apreciación totalmente errada, no fue difícil de trasladar al español mexicano.
L. V.- No fue completamente dificultoso traducirla, porque mucho de la realidad ya existe en español, lo que si fue un reto fue hallar el modo de la expresión, el modo específico de decir una cosa en caló, que se entienda aquí en el D. F. pero que realmente refleje la vida de los pachuchos en Los Ángeles, había otro modo de expresión, yo creo que tenemos muchas palabras en común y tenemos otras que no se conocen en ambos lados, sin embargo con el proceso orgánico de trabajar día tras día en el texto pudimos, yo creo, hallar las expresiones que corresponden a la realidad y por otro lado, también de meter cosas que tal vez el público no conoce, lo está aprendiendo a la vez cuando los oye en el teatro. Así ha sido mi trabajo como dramaturgo bilingüe de educar ambos lados a los mexicanos que no saben inglés o los anglos que no saben español, de que se entienda, que hay palabras que se pueden aprender y así enriquece el lenguaje, el idioma de ambos lados. Es un proceso que me gusta mucho porque a mi me encantan las palabras, hay muy poco dramaturgos a quien no les gusten las palabras, el lenguaje, lo que hacemos en el fondo es literatura, es una forma de literatura.
Hace unos años montamos Zoot Suit como programa de radio y fíjate que me di cuenta, en inglés verdad, pero en español sería la misma cosa, me di cuenta que también funciona como programa de radio, es que es una historia narrada y recuerda, a mi me cae como sorpresa de que los programas de radio que yo escuche de niño, fueron como semillas de esta obra, antes de la televisión teníamos puro radio y con eso nos entreteníamos, ese espíritu también se convirtió como parte del estilo de Zoot Suit.
S. P. G.- ¿Sigue vigente y en activo el teatro campesino?
L. V.- El Teatro Campesino sigue vigente y en activo en la tercera generación, realmente son mis hijos los que son los directores y los funcionarios de la compañía, mi hijo Quilan es el director artístico ha sido mi asistente pero ya va adelante con su trabajo, el determina lo que vamos a hacer todos los años, su hermano mayor Anáhuac es el director técnico y gerente de la compañía, es cineasta, es camarógrafo y tiene todo lo técnico y el menor, tengo tres hijos, también es director y dramaturgo, mientras yo estrenaba Zoot Suit el estrenaba en Denver.
Estamos trabajando mucho con los campesinos, nos está llegando gente del sur de México, llega gente de Oaxaca, por ejemplo que no habla ni español ni inglés, hablan mixteco o hablan trique y uno se tiene que comunicar de algún modo, ahí llega entonces el teatro a hablar con ellos, a presentar cosas y tratar de comunicarse con los niños. Además también hay muchas gentes a través de todo el sureste y toda la nación que nosotros vamos a visitar y se presenta el teatro campesino. Nos llamamos el teatro campesino porque esa es nuestra base, nuestra raíz, pero sobre todo estamos trabajando todo el horizonte, en las ciudades igual que el campo, así es que somos una compañía muy movible hasta la fecha y todavía creciente, tenemos muchos jóvenes y tenemos propiedad en California, donde estamos desarrollando nuestra facilidad.
S. P. G.- Maestro, abandona temporalmente Zoot Suit porque se va a la Habana a recoger El Gallo.
L. V.- Si, la Habana también es otra cosa sorprendente muy bonita, es una gran vuelta que estamos dando. Estuve en Cuba 46 años atrás, en 1964, conocí al Che, jugué baseball con Fidel, estábamos mucho mas jóvenes entonces, ha sido una larga jornada en cuanto a las ideas y en cuanto a todo este campo de ideas y de luchas políticas y siguen iguales, no se deshacen. Ojala que realmente la gente en los Estados Unidos entienda que la América Latina es un continente, que América es un continente, y no solo aquel lugar entre la frontera entre México y Canadá es América, sino que todo el hemisferio y para mi México siempre ha sido el corazón de América, sigue siendo el corazón del continente.
 
Sus temas generalmente están relacionados con la historia de México y de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, es por ello considerado “El padre del teatro chicano”.
 
 
El teatro es de todos. ¡Asista!
 
Deje todo y corra a verla
ZOOT SUIT,de Luís Valdez.
Dirección: Luís Valdez.
Actuación: Enrique Arreola, Everardo Arzate, Diego Jáuregui, Georgina Rábago, Arturo Reyes, Octavio Michel, Constantino Morán, Juan Carlos Remolina, Óscar Narváez, Carmen Mastache, y Berch Skerly, entre muchos mas
 
Funciones del 29 de abril al 4 de julio:
Jueves y viernes 19:30 horas; Sábados 19:00 horas; Domingos 18:00 horas
Teatro Juan Ruiz de Alarcón
Centro Cultural Universitario
Av. Insurgentes 3000
Metrobus Universidad
 











 
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