ÁGORA TEATRAL
  ELLIOKO
 
ELLIOKO
Teatro La Capilla, Enero 2010
 

ELLIOKO, Flecha entre hermanos
,
de
Edgar Álvarez Estrada
Simbología precisa y universal que involucra los aspectos filosóficos del ser.
 
Texto y Fotografía:
Salvador Perches Galván

Los católicos veneran a los santos en el entendido de que son seres humanos que vivieron heroicamente su fe, murieron y están ahora en el cielo desde donde interceden por ellos gracias a su participación en la gloria de Jesucristo.
Para los santeros, los santos son dioses (orishas) que deben adorarse. Olodumare creó a los orishas para manifestar su voluntad y su esencia en la creación. Estos son una personificación de Ashe. Los orishas también son los guías y protectores de la raza humana.
Los santos que tomaron para identificarlos con los orishas eran los más conocidos en la Iglesia en Cuba. La Virgen Santísima en diferentes advocaciones es también identificada con un orisha como si fuese un santo más. La identificación a menudo tiene que ver con las vestimentas o las razones por las que el santo o la Virgen es conocida.  Así Santa Bárbara, vestida de rojo y con espada en las imágenes católicas, se identifica con el dios shangó, guerrero a quien se le atribuye la fuerza, el sincretismo religioso, vaso comunicante de toda nuestra América Latina.
Un refrán dice:
Cuando tires flechas, tíralas con cuidado porque te puedes herir o herir a un amigo.

La palabra Ellioko, emerge, en la isla de Cuba de la religión yoruba, en ella, los individuos, según sus características materiales-espirituales, vibran en concordancia con algunas de las diferentes áreas de la naturaleza.
De acuerdo con la mitología yoruba, un orishá, es una Divinidad hija y manifestación directa de Olóorun (u Olódumàrè).
Esta religión se ha expandido por todo el mundo en distintas variedades (linajes espirituales), que incluyen la Santería, Candomblé y Batuque.
Estas variedades se practican en muchas áreas de Brasil, Argentina, Cuba, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, México, Uruguay, Panamá y Venezuela. A medida que crece el interés en los sistemas religiosos indígenas africanos, se pueden encontrar comunidades Orishá en Europa y Asia. Se calculan más de un millón de seguidores de esta tradición espiritual en todo el mundo.
 
Los fundamentos de la religión Yoruba pueden rastrearse en los inicios de la historia africana y lo que actualmente se conoce es un compendio o sincretismo de varios cultos regionales que se han ido fundiendo a través de las distintas corrientes de invasiones y conformaciones de estados. La nación Yoruba tiene sus inicios en la fundación de la ciudad estado de Ile Ife, y al transcurrir los siglos ésta fue expandiéndose hasta absorber los pequeños reinos y estados que la rodeaban. Así, al panteón original de Ile Ife fueron sumándose distintas deidades locales de las naciones circundantes.
Según las tradiciones yorubas, Ile Ife fue fundada por un mítico rey llamado Oduduwa, (Rey del pueblo de Ife) y de acuerdo con Ademola Iyi-eweka investigador de la cultura Edo probablemente Oduduwa sea el mismo Ekaladerhan, un príncipe Edo que escapó de la ciudad de Benín (en Nigeria) a la muerte de su padre, para refugiarse en Ilè-Ifè.
 

Sus hijos y descendientes formaron una dinastía de reyes que fueron divinizados y posteriormente transformados en Orisha. Como en las tradiciones griegas antiguas, los Orishas fueron seres mortales que por alguna razón devinieron en seres divinos, deificados por su pueblo en virtud de actos notables en vida; de hecho, la semejanza entre las leyendas griegas y yorubas son numerosas. Es de mencionar que casi todos los Orisha fueron en vida reyes de la nación yoruba, grandes guerreros y reformadores de la civilización.
En cuanto al dogma y doctrina, la religión tradicional tiene sus pilares en la creencia en la reencarnación, en la evolución espiritual de las almas y el descanso final de las almas en Orun (plano o mundo espiritual). Ori, la porción o destello de divinidad que habita en todo ser y que reside en la cabeza, es previo conocedor de su destino y es quien elige dónde y cuándo ha de reencarnarse; al nacer el niño, Ori ocupa su lugar, dándole fuerza a Awa (el alma, que, como en otras religiones, es el soplo de vida y fuerza vital del ser). Una vez vivo el ser, comienza a desandar el camino para cumplir con su destino, camino que puede ser alterado por las osogbo (fuerzas negativas) o irè (suerte o fuerzas positivas).
Dentro de la religión yoruba es fundamental el sistema adivinatorio, que es utilizado para descubrir el destino del consultante, qué inclinación presenta y qué agrados o sacrificios se pueden realizar para corregir esas inclinaciones. La religión yoruba sostiene hoy, que es eminentemente monoteísta, siendo Oloorun (dios) el creador y señor del universo, y los Orishas los equivalentes a los santos católicos, intermediarios ante dios de los hombres.
La religión yorubána fue traída al Nuevo Mundo durante el maafa (trata de esclavos africanos) de distintas identidades étnicas de África Occidental. Las creencias religiosas de los yorùbános fueron las más populares entre las expresiones espirituales de las poblaciones africanas de América debido a que un gran número de ellos fueron capturados y vendidos como esclavos.
Es algo difícil de creer, pero muchos sacerdotes yorùbános decidieron ser capturados para ser vendidos y así los africanos tuvieran apoyo espiritual en América.
Los yoruba también veneran sus egungun (ancestros).
En sí los Orishas están relacionados a un área de la naturaleza con determinadas fuerzas místicas, al espíritu de un ancestro y a un individuo, todos los cuales reúnen el mismo concierto de características, matizándose lo místico con la naturaleza y lo humano.
Como están relacionados a la naturaleza y a lo humano, estos Orishas son muy semejantes al hombre en sus virtudes y defectos. Todos estos Orishas acogen al creyente del sistema religioso como a un hijo con el cual se comunican con la intermediación del oráculo o en una demostración íntima de evidencias para él.

Ellioko, Flecha entre hermanos, es una creativa, conmovedora y poderosa historia que retoma la esencia del teatro ritual, una historia basada en las creencias arriba mencionadas en las que tanto el autor del texto, Edgar Álvarez, como su interprete Guillermo Iván, despliegan un caudal de imaginación, creatividad y talento.
Ellioko recrea el  universo sincrético religioso, el choque de culturas, el realismo mágico predominante aun (afortunadamente) en nuestra América Latina; ritos, danzas, música, caracoles, veladoras, limpias o conjuros.
Ellioko, Flecha entre hermanos, narra la relación amistosa, casi fraterna entre Celso y Nicolás. Desde pequeños han convivido y siempre se han visto como hermanos, a pesar de no tener parentesco sanguíneo. El padre de Celso de origen mexicano, murió cuando el niño tenía apenas siete años; su gran sueño, desde entonces, ha sido viajar a la tierra de su padre. Los dos chicos se han convertido en un par de jóvenes talentosos y brillantes. Al cumplir la mayoría de edad y estar estudiando juntos en la universidad, tienen contacto con las creencias y tradiciones religiosas de su pueblo, ese encuentro los marcará, ya que poco tiempo después, Celso morirá a causa de una enfermedad incurable que ya le habían diagnosticado a través de la lectura del destino que utilizan en su religión.. Desde ese momento, la vida de Nicolás cambia drásticamente. Se sume en una depresión muy fuerte de la cual logra salir al recuperar a su amigo, bajo un rito que hace rendir culto a los muertos. Nuevamente los amigos están juntos y listos para viajar. Ambos emprenden la travesía por una tierra desconocida, México. Pronto el destino los pondrá a prueba, ya que unos de los designios a través de la lectura de los caracoles reza: “Flecha entre hermanos” que sentencia la separación. Nicolás ha hecho caso omiso de ello, por lo que van surgiendo obstáculos que le impiden cumplir su objetivo: llevar a su amigo al viaje que siempre había soñado.
 
El espectáculo es una creación de ARTEPOST Producciones, y sus motivaciones son las siguientes:
ARTEPOST surge con un grupo de artistas de diversas nacionalidades en constante proceso de búsqueda y entrenamiento que a través del entendimiento de su tiempo y espacio; fundamentan sus ideas y su estética. Produciendo proyectos de envergadura internacional que tengan ingerencia en todo tipo de mercados (Latino América, México, Norteamérica, Europa, etc.)
Tenemos como objetivo la gestación y producción de diversos proyectos creativos desde la elaboración del guión hasta su distribución y exhibición. Creemos firmemente que la calidad creativa y el éxito comercial no son conceptos disociados, sino todo lo contrario. Más de un solo proyecto y creador han demostrado esta tesis a lo largo de la historia del arte. Nuestro fin es la elaboración constante de proyectos con temas universales que se puedan vender a nivel mundial y que cuenten con gran cantidad de términos artísticos.
El postmodernismo centra su atención en la explotación de conceptos como lo efímero, la búsqueda de las otredades, la problemática del tiempo y el espacio fusionados en una solo unidad “presente-pasado-futuro-espacio sin fronteras”.
 
Sobre la creación de Ellioko, apuntan: “es una obra cuya temporalidad y ubicación geográfica específica, trasciende los límites de las convenciones. El conflicto del choque cultural ante la sociedad es un síntoma latente de la descomposición que afecta a cualquier sistema. Los jóvenes han aprendido a vivir como se les ordena porque creen que es la forma correcta de alcanzar la superación personal. Los éxitos económicos y sociales representan los valores que impulsan su crecimiento como ser humano, ya no hay tiempo para otras cosas, se le resta importancia al cuestionamiento, a su capacidad para discernir, para criticar, para cuestionar, para reflexionar, para pensar…
La imaginería del público es convocada y desatada al mismo tiempo, no hay ilustración.
Expresión de la cultura popular afrocubana. A través de la representación de un tema que alude principalmente a la sociedad cubana, se pretende llegar a una simbología precisa y universal que involucra los aspectos filosóficos del ser, a partir del contacto con las manifestaciones religiosas y el culto a los muertos, característica presente en todas las expresiones litúrgicas del mundo. Por lo tanto, este trabajo se sustenta en muchas danzas y ceremonias de las culturas Bantu y Yoruba”.
 
El muy versátil y muy talentoso Guillermo Iván, en cuya formación académica convergen varias naciones, y por ende culturas, es egresado de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de la Habana, graduado de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, en Producción y Dirección Escénica. En México (su tierra natal) realizó estudios en La casa del teatro, con José Caballero y Raúl Quintanilla. En Nueva York realizó dos años de entrenamiento como full-time student en el HB Studio.
Ha participado en diferentes obras de teatro: Fedra y otras griegas; El hombre perfecto; y Encuentros en México. Los cuernos de Don Friolera y Romeo y Julieta en Cuba.
Ha dejado constancia histriónica en cine en varios largometrajes, en México: La primera noche, Cero y van cuatro y El quinto mandamiento (en donde dio vida a un impactante asesino serial). Trade y Vantage point en Estados Unidos y La milagrosa en Colombia. En el 2009 presentó en varios festivales cinematográficos nacionales, como el de Chihuahua o el de Acapulco su opera prima, como director, el thiller largometraje Sin retorno, cuyo guión es coautoria del histrión así como el cortometraje Love, también de su autoria.
En televisión ha trabajado en exitosas telenovelas de TV Azteca, como Las juanas.
Ellioko es un unipersonal, que no monólogo, en donde el actor interpreta por lo menos una media docena de personajes, de los cuales resalta Nicolás. Guillermo, como los grandes,  le pone ritmo y sabor a sus múltiples interpretaciones, de beisbolista se convierte en una jacarandosa cubana con trepidantes movimientos de caderas y de abanico; se torna en un abusivo taxista mexicano, en un empresario fresa, en corruptos y torturadores policías y siempre vuelve el compungido y leal Nicolás, atormentado por la desaparición física de su amigo, cuyos restos mortuorios porta, y de los cuales, muy a su pesar, se tiene que separar por designio divino. Con su vitalidad sobre la escena, Guillermo Iván nos conduce de la tristeza al jubilo, de la risa al llanto, de la reflexión a la diversión, del asombro al gozo, los cambios de personalidad los realiza con su sola interpretación, sin ayuda de ningún tipo de caracterización. Con solo un bote que se transforma en múltiples cosas, y del cual va extrayendo elementos de utilería y los cuales maneja con destreza, el bat de béisbol se convierte en palanca de velocidades, y por supuesto el bote en el asiento del conductor del taxi, la careta del mismo deporte es, al mismo tiempo, el rostro del interlocutor del personaje, y así por el estilo.
Guillermo canta y vuela, juega y reza, baila y conduce, recibe una golpiza y al final de la representación, una obación
Una puesta en escena minimalista con un acertadísimo juego de luces que logran crear diversas atmósferas y trasladar al publico a las mismas, todo ello bajo la diestra batuta de Edgar Álvarez Estrada, autor y director de la obra.
Dramaturgo, productor y director de escena, Edgar Álvarez Estrada, ha trabajado para teatro, ópera, radio y televisión como director y guionista. Entre sus maestros de dirección están: Ludwik Margules, Sergio Jiménez y José Caballero. Estudió en los talleres de dramaturgia de Hugo Argüelles, Jesús González Dávila y Royal Court Theatre.
Como autor ha estrenado Lo que la tijera se llevó, dirigida por Miguel Ángel de Bernardi, El aplauso de las focas, dirigida por Ricardo Andrade Jardí, Ellioko, flecha entre hermanos, dirección de el mismo, así como Homicidas Gourmet, la mas reciente, también dirigida por el mismo
 
Ellioko, flecha entre hermanos. Se trata de un espectáculo unipersonal que tuvo su estreno internacional en Cuba y realizó una breve temporada en La Capilla, posteriormente en La Gruta del Centro Cultural Helénico y que retornó a los escenarios nacionales ofreciendo solo tres funciones en El quinto piso.
 
Este pendiente de su regreso vale muchota pena, no se la pierda
Ellioko, flecha entre hermanos
Escrito y dirigido por Édgar Álvarez Estrada
Unipersonal con Guillermo Iván
Concepto plástico: Gelasio Dueñas


 
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