Texto y Fotografía:
Salvador Perches Galván
Un espectáculo oscuro.
Iluminaciones, un espectáculo a partir del texto de Hugo Alfredo Hinojosa, ganador del Premio de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2009, forma parte del primer ciclo: Los estados en El Milagro.
De Querétaro arriba al teatro El Milagro La fábrica, cuyo director Alonso Barrera, ha construido uno de los espacios alternativos más interesantes del país, con un espacio propio de trabajo y un repertorio que trabaja sobre lenguajes contemporáneos.
Descrita por la prensa como una “una pieza exquisita e innovadora de teatro”, Iluminaciones, luego de haber sido parte de la XX Muestra Nacional de Teatro, generando una gran controversia al no utilizar actores sino bailarines, y escenificando el texto completamente en off, es decir, voz no dicha en labios de sus intérpretes, sino grabada, entrecruza diferentes lenguajes escénicos buscando nuevas formas de abordar la escena teatral. Los textos de Hinojosa, a pesar de girar en torno a la destrucción humana, son verdaderamente poéticos y de una belleza contundente. Ésta es una obra que trata sobre la violencia que sufre el mundo día a día, pero vista desde una óptica surreal en un montaje que entrecruza danza contemporánea, multimedia, teatro, música e imágenes superpuestas con los textos de Hinojosa.
La compañía explica, mediante boletín de prensa: “La visión de un mundo global de violencia que propone Hinojosa es la que parte de las víctimas, que si bien es una visión de nuestra realidad inmediata y contundente, esta se aborda desde los ojos surreales provenientes de una conciencia colectiva. En esta puesta escuchamos lo que emana de los cuerpos escénicos. Tratan de hablarnos como a la mitad de una pesadilla, misma que no termina, mientras esta se entrelaza y resignifica: La diversidad se une, únicamente por la violencia, cada historia es distinta, pero a la vez sigue siendo la misma. La empatía de las imágenes no proviene de sólo el cuidado y el rigor estético, sino directamente del trabajo de experimentación de la misma compañía de teatro, articulando durante varias semanas únicamente con movimiento las palabras de Hugo Alfredo Hinojosa. Así, la comunión de lo visual y lo auditivo en una sola columna de aire, indivisible, que debe capturar de principio a fin al espectador sin un arco dramático definido, solo en una tensión constante e hipnótica, como pasa en los sueños.
En este mundo onírico, en realidad no son sueños los que pueblan el escenario, son pesadillas las que conforman el espectáculo, estructurado a partir de varias, muchas, viñetas, en las que, como se mencionó, una voz grabada narra historias terroríficas sobre atentados terroristas; cuentos infantiles en los que los protagonistas zoológicos terminan engullendo a su propia descendencia; madres que permiten y, de hecho solicitan a extraños golpear a sus hijos “berrinchudos” hasta terminar con ellos; judíos intentando huir de sus campos de exterminio; asesinatos colectivos a través de atentados terroristas; fraudes a compradores de seguros de vida; violencia intrafamiliar, historias todas ilustradas, eso si, de una impecable y bella manera por el eficaz grupo de bailarines.
Un espectáculo, sin duda, reflexivo, repulsivo, admirable, deprimente, que, si no tuviera las narraciones seria de una belleza totalmente disfrutable, belleza que por supuesto está presente en escena, y que logra un contraste brutal entre lo que se ve y lo que se escucha.
Mientras la vista se regodea con la belleza plástica de los cuerpos de los bailarines y sus acertadas coreografías, el torturado oído parece estar escuchando los noticiarios más alarmistas y amarillistas.
De tal forma, Iluminaciones termina convirtiéndose en un espectáculo oscuro, pesimista, derrotista, que no ofrece posibilidad alguna a nuestra compleja y contradictoria raza humana de salir bien librada de la triste realidad que nos aqueja y en la que los temas que trata la obra, son los temas que a diario sobresalen en las noticias del planeta. No hay ni un diminuto rayo de luz que permita a “esos insectos llamados humanidad”, como dictaminaría el criminalista de El show de terror de Rocky salir de la cloaca en la que están condenados a vivir por el resto de la historia, “no hay solución”, es la conclusión a la que llega Hugo Alfredo Hinojosa en Iluminaciones, un espectáculo en el que el contraste es tan brutal, como la contradicción de su nombre con su contenido.
Sin duda, Iluminaciones es un montaje que ha levantado diversas reacciones a su paso, un bellísimo espectáculo que provoca múltiples sensaciones ante la brutalidad de los textos que lo conforman, no es algo recomendable para quien solo busca entretenerse y divertirse en el teatro.
Iluminaciones puede ser tan tortuoso como el método ludóvico de Naranja mecánica, pero a la inversa, al pequeño Alex, protagonista de la misma lo extasiaban con la maravillosa música de Beethoven, mientras lo torturaban exhibiéndole violentísimas escenas, impidiéndole cerrar los ojos con unas pinzas que mantenían permanentemente abiertos su párpados, en Iluminaciones el proceso es a la inversa, aunque, claro, no obligan al espectador mediante ningún accesorio a tener abiertos los oídos, mientras la vista es acariciada por bellas imágenes.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Recomendable,
Iluminaciones, de: Hugo Alfredo Hinojosa
Dirección: Alonso Barrera
Compañía: La Fábrica. De Querétaro
Con: Natalia Gómez Vázquez, Isabel Aguerrebere, Sara Montero, Mariana Vázquez Omaña, Liliana García, Mariano Avilés, Antonio Soria, Daniel Álvarez G. y Antonio Vilanova G.
Del 30 de enero al 21 de febrero
Funciones: sábado s y domingo s a las 13:00 horas
Teatro El Milagro, Milán 24 Col. Juárez.
